Pinturas de la sala de los Reyes – La Alhambra, Granada

Regresar a Granada 

Siempre es un placer visitar Granada y cualquier excusa es buena para ello. Mi última escapada a la antigua capital del reino nazarí estuvo motivada por la reapertura del recinto de la Alhambra después del confinamiento, deseaba volver a ver las pinturas de la sala de los Reyes en el palacio de los Leones.  

Les tengo que decir que fue una auténtica gozada, pasear por los palacios nazaríes envuelta en silencio. Parecía que los emires habían abierto sus moradas para el deleite de unos pocos visitantes, que disfrutamos como niños. Los muros, techos y cúpulas, fuentes y jardines irradiaban una belleza sin igual. ¡Nunca había la Alhambra tan suntuosa, tan exuberante ! 

Después de pasar el control de higiene y salud, accedimos al Mexuar y a partir de ahí me embargó un cocktail de emociones: entusiasmo, felicidad, gratitud, alegría, que no me abandonaron el resto del día. A medida que avanzaba en el recorrido, ya en el palacio de Comares, me acerqué a las yeserías, observé con tranquilidad los capiteles del patio de arrayanes. Los disparos de mi cámara no daban abasto. Me causó un impacto encontrarme sola, yo sola, en el salón de Embajadores de Comares bajo ese techo estrellado lleno de simbolismo. ¡Indescriptible! 

Miguel Puerta Vilchez 

Recordé mi última visita, cuando asistí al congreso de Historia y Arqueología de los reinos de taifas en el 2017. En aquella ocasión el profesor, arabista y muy buena persona José Miguel Puerta Vílchez nos leyó la Alhambra, escuchamos versos de ibn al-Jatib y de ibn Zamrak. Su libro «Leer la Alhambra» es más que recomendable.   

Con la voz de José Miguel en mi mente, seguí avanzando en el recorrido, accedí desde un lateral del patio de los arrayanes, al Palacio de los Leones o como se llamaba en época nazarí «al-riyad al-Sa id« que significa «el jardín feliz».  Pienso que es un nombre más que acertado para este magnífico y bello palacio, que fue construido por el emir Muhammad V después de recuperar el trono en 1362. 

Emir Muhammad V y su ´epoca

Accedió al trono con quince años (1354), después de que su padre el gran Yusuf I fuera asesinado a la salida de la mezquita. Los primeros cinco años de gobierno de Muhammad V estuvo a su lado el visir ibn Ridwan, el gran visir ibn al-Jatib y al secretario y poeta ibn Zamrak, quien dejó sus poemas en el palacio de los leones. 

Desde el inicio de su gobierno mantuvo relaciones diplomáticas con los reinos cristianos, tanto con Castilla bajo el rey don Pedro I así como con el rey de Aragón. Muhammad fue vasallo de Castilla, don Pedro y él fueron buenos aliados, en varias ocasiones el emir nazarí ayudó a don Pedro en su guerra fratricida contra su hermanastro Enrique de Trastamara. 

En el año 1359 a raíz de una intriga palaciega, Muhammad V fue derrocado, hubo de huir para salvar su vida. Encontró refugio en Fez (Marruecos), la capital del sultanato meriní, cuyo poder radicaba en Abu Salim. Muhammad V fue muy bien recibido al igual que sus visires, quienes vivieron allí por un período de unos dos años. Allí conoció a ibn Jaldún, un gran polígrafo, considerado uno de los padres de la historiografía moderna, era sociólogo, filósofo, economista, geógrafo, estadista. 

A lo largo de la segunda mitad del siglo XIV el intercambio e influencia recíproca entre las dinastías musulmanas del Mediterráneo eran fluidas y constantes. Bajo las dinastías magrebíes meriní, hafsí, zayyaní y la andalusí nazarí la cultura, la ciencia y el desarrollo vivieron un gran apogeo visible en ciudades como Fez, Granada, Ceuta, Almería o Málaga, donde brillaban sus cortes con fastuosos palacios, puertas monumentales, mezquitas, zawiyas y sobre todo madaris (escuelas oficiales).  A estas ciudades llegaban un gran número de jóvenes ávidos de aprender con los más grandes maestros en diversas disciplinas. 

Estas dinastías compartía también el Mar Mediterráneo con los reinos cristianos de Castilla, el reino de Aragón, con ciudades como Mallorca o Génova, por lo que naves nazaríes y galeones genoveses llevaban y traían de una punta a la otra del Mediterráneo todo tipo de mercancías, entre ellas las muy valoradas cerámica nazarí. 

Todo ello fue posible gracias a la diplomacia y las firmas de tratados de paz y cooperación tanto con las dinastías musulmanas del Magreb occidental como con los reinos cristianos peninsulares y europeos. 

En este marco histórico debemos situar al emir Muhammad V como uno de los protagonistas de época de paz y apogeo. 

Palacio de los Leones 

En el año 1362 gracias a la ayuda del rey don Pedro I, Muhammad V logró recuperar el trono del reino de Granada.  A partir de ahí el joven emir comenzó a idear la construcción de su palacio, «el jardín feliz» o palacio de los leones.

El emir guardaba en su memoria la bella arquitectura de las madaris (escuelas oficiales) de Fez con rica decoración de las yeserías y el empleo de mocárabes (ver glosario). De esta manera se fue alzando el palacio más armonioso y perfecto del recinto de la Alhambra: El Jardín Feliz, construido para el descanso, para la vida privada, para las fiestas y tertulias del emir. 

El fastuoso palacio se articula entorno a un hermoso patio central de planta rectangular con dos ejes que se cruzan en el centro, donde se sitúa la famosa fuente de los leones. El patio, donde el agua juega un papel fundamental, está rodeado por una espectacular galería de 124 columnas de mármol de Macael. En los lados más estrechos se alzaron dos templetes avanzados, con columnas, mocárabes (ver glosario) en los arcos y una superficie de paños de sebka calados (ver glosario), que deja pasar la luz.  

En sus lados más anchos se encuentran enfrentadas dos grandes salas, Dos Hermanas y Abencerrajes, cuyas cúpulas de mocárabes compiten en belleza. Una vez más el susurro del profesor José Miguel me llevó a prestar atención al eje poético de este palacio, cuyo autor fue el secretario y poeta de Muhammad V, ibn Zamrak. 

Sus poemas recorren los muros, taqas (ver glosario) y la fuente del jardín feliz del emir, esta armonía entre el ritmo de la poesía, el juego de la luz, el rumor del agua, el espacio otorgado a cada detalle de la arquitectura convierten a este palacio en un reflejo del poder del emir y su dinastía. 

Sala de los reyes, situada en el lado este del patio de los leones. es una sala abierta y corrida de unos 30 metros de largo. podemos ver los arcos de mocárabes que se apoyan sobre columnas adosadas a los muros.

Sala de los Reyes 

Llegamos por fin a la sala de los Reyes,  se trata de una sala abierta y alargada de unos 30 metros, que recorre el lado este del patio, está ricamente decorada por seis arcos de mocárabes colgantes sostenidos por columnas adosadas al muro decorados con delicada yesería con inscripciones que repiten las palabras «baraka» – bendición, el lema nazarí «wa la-galiba ila-llah» – «No hay vencedor sino Dios».

entrada a una de las qubbas de la sala de los reyes, donde se puede ver la cúpula de mocárabes con las pequeñas ventanas con celosías que dan sensación de levedad

La sala de los reyes esta compuesta por tres qubbas, es decir tres salas de planta cuadrada con sus respectivas cúpulas de mocárabes, cada qubba tiene un iwan ( espacio o sala pequeña y rectangular, generalmente abovedado, cerrado por muros en tres de sus lados, estando el otro completamente abierto). Las bóvedas de estos iwanes es donde se encuentran las pinturas de las que estamos hablando. Entre las qubbas se encuentran cuatro salas pequeñas oblongas para diversos usos. Vean el plano de Basilio Pavón Maldonado. Si ya tenemos situadas las pinturas en el «jardín feliz», nos debemos imaginar ahora al emir Muhammad V disfrutando del reposo o rodeado de algunos cortesanos en animadas tertulias y festejos diversos, sentados sobre mullidos cojines de seda bajo las bóvedas pintadas.  

Plano y alzado de la sala de los reyes por Basilio Pavón Maldonado. pueden identificar los tres cuadrados, que son las qubbas o salas abiertas con cúpula y los iwanes, que son los espacio pequeño rectangular abiertos hacia las qubbas. Las bóvedas de esos iwanes son las pintadas. Entre los iwanes pueden ver las cuatro pequeñas salas oblongas.
esta es la entrada a una de las pequeñas salas intermedias y oblongas, si se fijan a su lado hay un espacio abierto con un arco de medio punto que da acceso al iwan central con bóveda

Las bóvedas pintadas 

Cuando alcé la vista hacia la bóveda central sentí una gran emoción. No podía creer que estaba ahí.  La última vez que había visto estas pinturas fue allá por el año 1992, cuando visité la exposición de Al-Andalus y las artes. Así que volver a ver esas figuras en todo su esplendor, después de un largo período de restauración, fue un regalo para el alma. ¡No podía dejar de sonreír! 

Les cuento lo que ha podido averiguar acerca de estas pinturas. Fueron datadas entre finales del siglo XIV y principios del XV, su autoría es anónima, si bien se puede deducir por las técnicas empleadas que fueron realizadas por artistas, que conocían tanto el mundo nazarí como el cristiano. Según los expertos podrían haber sido artistas cristianos influenciados por la escuela florentina, otros defienden que se trata de pintura morisca de estilo gótico lineal de la zona andaluza y otros siguen la tesis de que se trata de artistas mudéjares toledanos, teoría que afirma Pavón Maldonado, opinando que las pinturas resultarían ser «un regalo o un pago del rey don Pedro I de Castilla por la ayuda prestada en la guerra contra su hermanastro.» 

detalle de tres de los diez personajes, que conversan de forma animada, gesticulando con las manos y mirándose. Todos ellos portan las valoradas espadas nazaríes, llamadas jinetas.

Los iwanes 

Los tres iwanes están cubiertos por falsas bóvedas de madera revestidas interiormente de piel de carnero. El cuero se pegó a la madera con un engrudo de harina de trigo, estando la piel aún húmeda para facilitar el amolde a la superficie cóncava. Una vez pegado se aplicaron varias capas de yeso, que sirvió de base para el pigmento. A continuación se dibujaron las figuras y las escenas con la ayuda de un punzón. El contorno de cada persona y objetos fueron delineados en color negro y se rellenó en colores vivos el interior de las siluetas. Se empleó pigmento al huevo dando pinceladas gruesas y saturadas, salvo para los detalles, donde se usaron pinceles más finos. Finalmente las pinturas fueron protegidas con un barniz de cera. 

tres personajes nazaríes mantienen una fluida conversación, cada uno lleva el tocado de una manera distinta, la indumentaria mezcla prendas cristianas y musulmanas, se identifican nazaríes por las espadas y los correajes.

Las tres bóvedas se distribuyen a partir de un eje central marcado por una serie de estrellas doradas que podrían representar el cielo. El fondo de la bóveda central esta cubierta por una capa gruesa de pan de oro, mientras que las bóvedas laterales el fondo tiene color azul. 

La bóveda central  

Es la más conocida. Un arco de medio punto da acceso al iwan con una inscripción en a´rabe que dice. » el auxilio divino, el dominio y la clara victoria sean para nuestro señor Abu Abd ´Allah, príncipe de los musulmanes» 

La pintura muestra a diez personajes masculinos sin identificar, si bien existen varias teorías, lo cierto es que los expertos aún no se han puesto de acuerdo en este punto. Lo que sí podemos decir es que se trata de personajes de la nobleza nazarí o altos cargos de la corte. La vestimenta ceremonial, los tocados y las espadas con sus correajes así lo muestran. 

Los diez personajes están sentados a la manera tradicional sobre cojines estampados y mantienen una conversación fluida y animada, los vemos gesticulando con las manos y mirándose entre ellos. La indumentaria es una mezcla entre prendas cristianas, como la garnacha y sobre ella un traje andalusí amplio de mangas anchas. Todos ellos cubren su cabeza con turbantes, unos a modo de toca enrollada sobre un bonete, en otros la toca cae sobre los hombros. Entre los personajes los hay con barba canosa, uno lleva la barba teñida con henna, y otros que parecen más jóvenes imberbes. 

Las espadas que llevan son las llamadas «jinetas» nazaríes con dos abrazaderas, tal como las llevaban los nazaríes, quienes se las colgaban en bandolera, es decir la correa cruza por el pecho y la espalda y la espada cuelga desde un hombro a la cadera contraria.

Como pueden ver en la imagen y en el link que les indico en la bibliografía, se trata de auténticas obras de arte, donde destaca la maestría de los orfebres nazaríes. Las jinetas fueron hechas en bronce, en oro, en plata, en bronce bañado en oro, algunas con detalles en marfil. La característica principal de estas espadas es el arriaz, es decir la empuñadura, que está compuesta de tres partes: el pomo con botón, el puño y el arriaz.

El arriaz es la parte de la empuñadura de forma ultrasemicircular que cae hacia los lados de la hoja. Su diseño suele encajar con el de la vaina, completando de esta manera la decoración que suele ser ataurique (ver glosario), motivos geométricos, epigrafía. 

jineta atribuida al último rey nazarí, Boabdil. Hoy en día está expuesta en el Museo del Ejército en Madrid.
Si se fijan la espada está envainada, por lo que la decoración del arriaz esta completo dando esa forma redondeada. En este caso, el personaje lleva el correaje colgado del cuello y no en bandolera.

En ambos extremos de la bóveda, vemos dos escudos de la Orden de la Banda del rey don Pedro I, aliado de Muhammad V, quien según Pavón Maldonado le habría regalado estas pinturas, como ya les indiqué. Los escudos de color carmesí con banda y cabezas de dragantes en oro, están custodiados por dos leones sentados. 

Muhammad V tomó este mismo escudo, eliminando los dragones e inscribiendo en la banda el lema nazarí, «no hay vencedor sino Dios» tal como se puede ver a lo largo de todo el palacio de los leones.

la galiba nazarí: «wa la galiba ila-llah» – no hay vencedor sino Dios.

En Sevilla, en la fachada del palacio del rey don Pedro I en el recinto del Real Alcázar, se  se puede leer en cúfico la galiba nazarí, en azul cobalto y repetida ocho veces, cuatro de derecha a izquierda y otras cuatro de izquierda a derecha. El palacio de don Pedro es contemporáneo al de los Leones, de hecho algunos de sus alarifes trabajaron en ambas obras, lo cual viene a demostrar la estrecha relación que ambos monarcas mantenían.  

Fachada del palacio del rey don Pedro en el Alcázar de Sevilla, en azul cobalto se puede leer el lema nazarí repetido ocho veces (4 de izq. a dcha. y 4 de dcha. a izq) «Solo Dios es vencedor»

Las bóvedas laterales 

Las bóvedas laterales que cubren los iwanes izquierdo y derecho, muestran un tipo de pintura con un marcado estilo gótico lineal, con características del Trecento florentino. Se refleja aquí, una vez más,  la influencia de los reinos cristianos en la cultura y arte nazarí. En ambas bóvedas sus artistas prestaron atención a los detalles, como en la indumentaria o en la naturaleza.

Las escenas de ambas bóvedas se desarrollan al aire libre, en un paisaje natural y urbano. Se trata de una pintura realizada para la nobleza de temática profana, donde se muestran escenas del amor cortés y de la caza. Podemos decir que contiene una temática cristiana en un mundo hispano-musulmán. Ambas bóvedas llevan colorido rico y decorativo, con uso del oro sobre fondo azul.  

Bóveda de la fuente de la juventud

Sobre un fondo azul el eje lo compone la serie de estrellas, que podría ser el cielo. Vemos dos fuentes enfrentadas, que emanan agua, ambas se rematan con un surtidor con figura de perro.

Entorno a la fuente de la juventud, se representan a dos jóvenes orando o dialogando, fíjense en la pila de la fuente, si acercan la imagen pueden ver personas desnudas, representa que entraron en la fuente ancianas y salen de ella jóvenes. Se muestran distintos tipos de árboles y aves, unas volando y otras posadas en las ramas de los árboles.

fuente de la juventud. bóveda lateral de la sala de los Reyes

La otra fuente se sitúa frente a un castillo con miradores desde los cuales se asoman sus moradores, mientras que por ambas puertas salen un joven y una joven respectivamente. El castillo tiene torres miradores con decoración, como un recipiente de cerámica. En esta parte seguimos viendo aves de distintos colores y tamaños. 

Las escenas de esta bóveda narran la cacería de unos caballeros, uno musulmán y dos cristianos. El caballero nazarí, portando su jineta y sobre un caballo blanco caza con su lanza a un jabalí, mientras que del otro lado de la fuente, un caballero cristiano sobre caballo color marrón caza a un oso quien, a su vez, está siendo atacado por varios perros.

A su lado vemos a otro caballero cristiano sobre un caballo blanco cazando un león con una lanza. Deben fijarse en los detalles de los perros de caza y otros animales y aves, los ayudantes de los cazadores, los árboles con sus frutos y follaje. 

caballero nazarí cazando un jabalí
caballero cristiano cazando un oso que es atacado por varios perros
los escuderos del caballero nazarí colocan el jabalí muerto sobre una mula

La historia de los caballeros termina cuando ellos, tanto el nazarí como los cristianos ofrecen las piezas de caza a las damas del castillo. 

el caballero nazarí le ofrece a la dama del castillo sus piezas de caza, se miran a los ojos. observen los monos que están en el árbol y en la puerta del castillo el escudo de la banda.

Bóveda de la dama jugando al ajedrez 

Vamos ahora hacia el otro iwan, donde se encuentra la bóveda de las damas jugando al ajedrez. También sobre un fondo azul la marca de las estrellas son el eje de las pinturas, que muestran dos castillos enfrentados.

pinturas de la bóveda izquierda. Damas jugando al ajedrez. Sala de los Reyes, palacio de los leones, la Alhambra.

En este caso la narración de las escenas se inicia en el patio del castillo donde vemos a un joven y una dama jugando a ajedrez. Desde las torres se asoman una dama y un joven, el castillo lleva también el escudo de la orden de la banda del rey don Pedro I. La indumentaria que llevan son de influencia italiana. En el centro del patio vemos un árbol con frutos. 

detalle de la bóveda de la dama jugando al ajedrez. Iwan de la sala de los reyes en el palacio de los leones de la Alhambra

Unos caballeros cristianos y musulmanes deben superar una serie de pruebas con el fin de obtener el favor de la dama, que está en una torre del castillo. Hacia la izquierda vemos a un caballero cristiano luchando con un león, mientras hacia la derecha un caballero musulmán caza un gran montés. 

La narración sigue cuando el caballero cristiano libera a una dama de las garras de un salvaje, ella esta encadenada a un león, que duerme ajeno a lo que ocurre a su alrededor. 

La siguiente prueba de los caballeros es un desafío a muerte, ellos luchan con lanzas y se protegen con sus escudos, el caballero nazarí lleva la adarga nazarí (escudo de cuero). El caballero cristiano es vencido, cuando el nazarí le clava una lanza en el pecho, mientras la dama, observa desde la torre del castillo. 

Espero que estas genuinas y hermosas pinturas les hayan gustado, en verdad hay muchos temas de los que se podría profundizar como por ejemplo la indumentaria, las armas de guerra, el comercio mediterráneo, la relación de don Pedro y Muhammad V, los grandes personajes que rodearon a ambos monarcas, como ibn al-Jatib o Samuel Leví, los temas son inagotables. Intenté ceñirme a las pinturas para no extenderme demasiado. Los invito a fijarse en la bibliografía donde he añadido algunos links que pueden complementar este artículo. Muchas gracias. 

alcoba de un extremo de la sala de los reyes

GLOSARIO:

Iwan: es espacio rectangular, generalmente abovedado, cerrado por muros en tres de sus lados, estando el otro completamente abierto. 

Qubba: es una sala cuadrada con una cúpula, como la sala de la media naranja en el Alcázar de Sevilla, Cuarto Real de Santo Domingo, etc 

Taqa: es un pequeño nicho o alacena abierta en la pared. En los palacios nazaríes están en el interior de los arcos de entradas a las salas, en su interior solía haber una jarra con agua ya sea para beber o lavarse las manos. Suelen estar bellamente decorados con poesía alabando al emir. 

Paños de sebka: es un elemento decorativo de la arquitectura almohade, nazarí y mudéjar. Se trata de figuras a modo de rombos que va formando una red que cubre las superficies. 

Mocárabes: es un elemento arquitectónico decorativo que se  crea formando prismas  yuxtapuestos y  uno al lado del otro y colgantes que parecen estalactitas.

madrasa: plural madaris: escuelas coránicas y seculares. 

BIBLIOGRAFIA: 

-Leer la Alhambra – José Miguel Puerta Vílchez. Patronato de la Alhambra 

-Historia de los Reyes de la Alhambra – ibn al-Jatib. Ed. Universidad de Granada 

-Catalogo de la exposición «Al-Andalus, las artes islámicas en España». 1992 The Metropolitan Museum of Art. Ediciones El Viso.

-Catalogo de la exposición «Arte y Culturas de al-Andalus. El Poder de la Alhambra». 2014 Patronato de la Alhambra, Milenio Reino de Granada. 

-Catálogo de la exposición «Triángulo de al-Andalus», 2004 Rabat, Alcazaba de los Údaya. 

-Historia de España tomo VIII-3. El reino nazarí de Granada. Política, instituciones, espacios y comercio. 

EN INTERNET:

«Pinturas sobre piel en la Sala de los Reyes de la Alhambra».  Fotografías: Oronoz, Texto: Luisa Rodado Montes (Archivo del Patronato de la Alhambra y Generalife) 

«La Orden y Divisa de la Banda Real de Castilla», artículo firmado por Alfonso C. Sanz Núñez

«El Palacio de los leones de la Alhambra. Funciones e iconografía de la arquitectura en la ciudad palatina».  Basilio Pavón Maldonado

«La Alhambra, el espacio, la luz, las formas …aprendemos a ver la Alhambra». Ed. Patronato de la Alhambra y Generalife 

«El Emblema de la Banda entre la identidad dinástica y la pugna política en la Castilla bajomedieval» artículo de Álvaro Fernández de Córdova Miralles. 

«Informe sobre técnicas, restauraciones y daños sufridos por los techos pintados en la sala de los Reyes en el palacio de los leones de la Alhambra». Jesús Bermúdez Pareja y Manuel Maldonado Rodríguez. 1970. 

«Pinturas sobre piel en la Alhambra» de Ana Gómez de Virgala. Escuela Superior de Conservación y restauración de bienes culturales, 2014. 

«Reintegración virtual de lagunas. Las pinturas de la sala de los reyes de la Alhambra de Granada». María José González López y Vanesa Martínez Calvo. Departamento de pintura de la Universidad de Sevilla.

«Consideraciones iconográficas sobre las pinturas de la Sala de los Reyes de la Alhambra de Granada», Carmen Vallejo Naranjo, 2014. 

«Representaciones de las pinturas de la sala de los Reyes de la Alhambra de Granada en el siglo XVIII. dos nuevos dibujos para las Antigüedades ´Arabes de España». María de los Ángeles Blanca Piquero López, Universidad Complutense de Madrid. 

«Identificación de una espada jineta de guerra», José María Berasategui Lizeaga, José Antonio Crespo Fran´ces y Valero, Genaro Rosado Galdós. 

este enlace muestra un ejemplo de espada jineta, está muy bien porque cada imagen se puede agrandar para poder en todo detalle el trabajo realizado. 

https://datenbank.museum-kassel.de/109107/0/0/0/0/15/0/objekt.html

ARTÍCULOS EN PRENSA: 

https://www.publico.es/culturas/alhambra-granada-sala-reyes-alhambra-recupera-pinturas-unicas-decada-trabajos.html

https://youtu.be/gMKFeGr8VMI

https://www.granadahoy.com/opinion/articulos/Muhammad-versus-Pedro_0_1482151856.html

 

 

Elisa Simón

Soy argentina y vivo en España, desde que llegué me cautivó su historia andalusí. Desde entonces leo, estudio y aprendo cada día acerca de este fascinante período de la historia.

4 Comments
  1. Cómo me gusta sumergirme en el mundo andalusí de tu mano, Elisita.
    Felicidades por transmitir tu pasión con nosotros.
    Sigue así!

  2. Ha sido un paseo histórico lleno de color y belleza. La artesanía es maravillosa, esos arcos y techos parecen de estalactitas, y uno se pregunta cómo perduran en el tiempo. Gracias por el entusiasmo y el conocimiento. Salí a pasear otra vez.

  3. Dear Elyse,

    What a lovely picture of the chess players !

    May have the original photo for an article.

    Best wishes in Corona times.

    Wim van Mourik, The Netherlands

  4. Qué belleza pasear por esas salas y mirar tanto arte con el simbolismo de una cultura de esplendor, se ve en la abundancia de oro y lleva a pensar en que en el siglo XIV hubo artesanos que ttrabajabn el yeso y esos calados como si fueran encajes, y aún antes y que se conservan para nuestra admiración. Hermoso paseo.

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