El milenio de la fundación de la taifa de Sevilla

Celebración del milenio de la fundación de la taifa abbadí de Sevilla (1023 – 2023) 

Este año 2023 se celebra el milenio de la fundación de la taifa de Sevilla. Desde mi parcela quiero añadir mi granito de arena con la intención de dar a conocer una etapa fundamental en en la historia de Sevilla y para despertar la curiosidad por querer saber algo más sobre los personajes que conforman la dinastía de los banu ´Abbad, que llegaron a gobernar la taifa más extensa y poderosa de al-Andalus. 

Orígenes de la dinastía abbadí de Sevilla 

La dinastía de los banu ´Abbad pertenecía a una familia prestigiosa e influyente de origen árabe, de la tribu de los Lajmíes, originarios del Yemen. Los antepasados de esta familia llegados a al-Andalus eran árabes sirios de la tribu de los Lajmíes procedentes del distrito de Hims. Se trataba de los hermanos o quizá padre e hijo, no se sabe bien, que se llamaban Nu´aym y ´Attaf. Eran jóvenes guerreros que llegaron a al-Andalus con el contingente del general Balÿ en el 743. Varias generaciones después encontramos a esta familia en puestos importantes de la administración y gozando de prestigio en Córdoba y Sevilla. Llevaban el apellido de ´Abbad. 

Antecedentes históricos de la taifa de Sevilla 

El siglo XI en al-Andalus se caracterizó por la decadencia del califato Omeya y la consecuente guerra civil surgida a partir del vacío de poder dejado por los Omeya y los amiríes de Córdoba. Dicha guerra estuvo protagonizada entre los grupos pro-Omeya y pro-Hammudíes. A lo largo de unos 20 años estas disputas dejaron un reguero de sangre, traiciones, violencia, destrucción, crueldad y todo lo nefasto de las guerras.  

El califato de Córdoba finalmente fue abolido en el año 1031. Sin embargo, para entonces ya se habían creado pequeños estados independientes, donde un líder local había tomado el control de la ciudad, fortaleza o territorio. De esta manera al-Andalus se fue fragmentando, se fue rompiendo en pedazos. 

mapa ilustrativo de cómo el califato Omeya en al-Andalus se desmembró en infinidad de pequeños estados, principados o reinos que fueron gobernados por líderes locales de manera independiente.
mapa ilustrativo de cómo el califato Omeya en al-Andalus se desmembró en infinidad de pequeños estados, principados o reinos que fueron gobernados por líderes locales de manera independiente.

En este difícil marco histórico, Sevilla era una pequeña ciudad de provincia, gobernada por un hammudí, hasta que en un momento dado los sevillanos hartos de sus impertinencias y aprovechando su ausencia, le cerraron las puertas de la ciudad. Pero vamos por partes: 

El qadí Isma´il 

Bajo el gobierno del hammudí, la población sevillana confiaba en su juez o qadí, Isma´il ibn ´Abbad, quien ya había empezado a destacar como líder, beneficiando al territorio sevillano en detrimento del poder central de Córdoba. El qadí Isma´il, era un experimentado guerrero carismático y supo llevar su labor civil de manera ejemplar. No aceptó donativos de nadie nunca, actuando siempre en beneficio del territorio de Sevilla. 

El historiador ibn al-Jatib escribió así sobre el qad´i Isma´il:

«veló por el bienestar de su tierra, conduciéndola políticamente de forma ejemplar, hasta que las cataratas afectaron sus ojos en el año 414 (1023); fue operado y recuperó la visión, pero no le pareció permisible juzgar entre litigantes y encargó del cadiazgo a su hijo Abu l-Qasim Muhammad … no tenía parigual en ciencia, conocimientos, bellas letras y sabiduría. Defendió su ciudad de Sevilla de la acometida de los beréberes que señoreaban sus alfoces y se habían aposentado en sus alrededores … cuidó por los asuntos del gobierno hasta que falleció  en marzo del 1023.»  

Fundación de la taifa de Sevilla 

El fundador de la taifa de Sevilla fue el hijo del qadí Isma´il, que se llamaba Abu l-Qasim Muhammad ibn ´Abbad. El fue nombrado qadí de la ciudad por el califa hammudí, que intentaba gobernar desde Córdoba, durante los últimos años del califato. El qadí Abu l-Qasim Muhammad llevó el gobierno de la ciudad con firmeza. La boyante situación económica del territorio ayudó a que su labor fuera más fácil. El qadí era un hombre con poder político, era un líder local en quien el pueblo confiaba. De esta manera poco a poco fue afianzando su poder. 

mapa ilustrativo de la evolución de la taifa de Sevilla, desde sus orígenes en verde más oscuro y cómo se fue expandiendo a lo largo del siglo XI bajo los banu ´Abbad.
mapa ilustrativo de la evolución de la taifa de Sevilla, desde sus orígenes en verde más oscuro y cómo se fue expandiendo a lo largo del siglo XI bajo los banu ´Abbad.

La formación del primer gobierno taifa 

Hacia el año 1023  ante la debilidad hammudí y el hartazgo de los sevillanos, el qadí encabezó una sublevación contra los hammudíes que fueron expulsados de la ciudad.

Seguramente el qadí Abu l-Qasim Muhammad estuviera apoyado en otras familias notables y poderosas de la ciudad y terminaron formando un Consejo de Gobierno entorno al qadí. 

Sin embargo, este primer gobierno «compartido» duró poco, por su inestabilidad y el ansia de poder de cada uno de ellos, sobre todo del qadí  Abu l-Qasim Muhammad. Se dice que para entonces poseía un tercio de las fincas y rentas de Sevilla. No tuvo miramiento en deshacerse de sus «socios» de gobierno, cuando éstos ya no les hacía falta. Fue así cuando Abu l-Qasim Muhammad ibn ´Abbad fundó en el mes de sa´ban del año 414 (19 de octubre – 16 de noviembre 1023) la taifa de Sevilla. 

Gobierno del qadí Abu l-Qasim Muhammad ibn ´Abbad 

Muhammad ibn ´Abbad tuvo la inteligencia de mantener un perfil bajo, en el sentido de no tomar títulos honoríficos, siguió siendo el qadí de Sevilla. Con la intención de legitimar su poder y quitarse de encima a los hammudíes, hacia el año 1027 hizo traer a Sevilla a un supuesto califa Omeya Hisham II. Esta maniobra fue un pulso de poder frente a los hammudíes. Este «falso» Hisham II, era en verdad un esterero de Calatrava, que guardaba un gran parecido con el califa Omeya Hisham II. El qadí decidió traerlo a Sevilla y lo alojó en el Alcázar.

Gracias a su riqueza, reputación, popularidad y su buen gobierno, logró conformar un ejército compuesto en su mayoría por mercenarios de diversos credos y procedencia. En la corte, ibn ´Abbad estuvo rodeado de poetas, aristócratas, visires y secretarios de su máxima confianza. Le gustaba participar en las tertulias poéticas y le encantaba la poesía floral. Era un hombre amante de la belleza, es de suponer que en su palacio o casa (del gobernador) tendría jardines con flores coloridas y rica fragancia.  Estos versos se atribuyen al fundador de la taifa de Sevilla: 

«!Qué  recreo contemplar el esplendido nenúfar y qué inolvidable experiencia exhalar su perfume y su fragancia!

Parece un vaso resplandeciente de perlas, en cuyo centro han dispuesto cuentas de azabache.» 

El qadí, Abu l-Qasim Muhammad ibn ´Abbad, fundador de la taifa de Sevilla gobernó como señor de la taifa de Sevilla hasta su muerte en Sevilla en el año 1042. Según los historiadores «fue enterrado … en el jardín de la casa de Gobierno …» – cita de Pilar Lirola Delgado.  

Esta es la primera entrega sobre la dinastía de los banu ´Abbad que gobernaron la taifa de Sevilla a lo largo del siglo XI. 

GLOSARIO: 

Taifa: en árabe طائفة, que significa «bando» o «facción». Nombre dado a los reinos o principados surgidos en al-Andalus a raíz del desmembramiento del Califato Omeya. 

Qadí: en árabe قاضى. Juez o magistrado de una ciudad o territorio. En palabras de ibn Abdún:» El qadí ha de ser prudente en sus palabras, enérgico en sus mandatos, recto en sus juicos, respetable para el pueblo … » – Sevilla a comienzos del siglo XII. El tratado de Ibn ´Abdún. 

Banu: en árabe بنو, significa «perteneciente a la familia … » o «descendiente de …» suele ir seguido del nombre masculino del padre o descendiente más directo. En este caso banu ´Abbad= los descendientes o hijos de ´Abbad. El singular sería ibn – hijo, como ibn Hazm 

Lajm: nombre de una tribu de origen preislámico. Eran reyes de una zona de Mesopotamia, cuya capital era al-Hira y tenía magníficos palacios y jardines. Estos reyes lajmíes soñaban con crear un estado árabe. Lucharon contra los persas y fueron derrotados. Con la llegada del Islam a la Península Arábiga, los lajmíes se unieron a la nueva religión. En un inicio los lajmíes procedían del Yemen, si bien los había también establecidos en la zona de Siria, de donde procedían los ancestros de los banu ´Abbad. 

Hammudíes: Dinastía fundada por Alí ben Hammud, cuyos ancestros eran los idrisíes. Es decir, procedían de Idrís I, quien a su vez era descendiente del Profeta Muhammad. De ahí que los hammudíes se veían con el mismo derecho a ostentar el sillón del califato que los Omeya. Cuando en el siglo X el califato Omeya empezó su desequilibrio, los hammudíes desde el norte de África aprovecharon para hacerse cargo del califato de al-Andalus. Ahí es cuando ese inició la guerra civil andalusí. 

BIBLIOGRAFÍA:

  • al-Mu´tamid y los Abbadíes. El esplendor del reino de Sevilla. Pilar Lirola Delgado. Ed. Fundación Ibn Tufayl de Estudios Árabes – 2012.
  • Crónica Anónima de los Reyes de Taifas. Trad. Felipe Maillo Salgado. Ed. Akal Universitaria
  • Los reinos de taifas y las invasiones magrebíes. María Jesús Viguera Molins. Ed. Colecciones MAPFRE 1992. 
  • Sevilla en el siglo XI. El reino abbadí de Sevilla (1023 – 1091) Muhammad Benaboud. Ed. Biblioteca de temas sevillanos 1992 
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Elisa Simón

Soy argentina y vivo en España, desde que llegué me cautivó su historia andalusí. Desde entonces leo, estudio y aprendo cada día acerca de este fascinante período de la historia.

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