Intenten abstraerse de los demás visitantes y agudicen el oído para seguir el
suave rumor del agua de los surtidores. Es uno de los lugares más maravillosos del mundo, si pensamos no sólo en quien los habitó sino en su fisionomía y
decoración. La cerámica, la madera, el yeso, el mármol, el ladrillo fueron
empleados por expertos artesanos nazaríes con la intención de dejar plasmado
para la eternidad la belleza de un arte y una manera de vivir.
El palacio se articula entorno a un patio rectangular de crucero, con una fuente central y recorrido por un bello pórtico con esbeltas columnas de mármol y capiteles nazaríes que sostienen arcos de tipo peraltado y de mocárabes. Dos canales dividen el patio en cuatro partes llevando así el agua hasta los pequeños surtidores de las salas adyacentes. Este tipo de patio o jardín de crucero es habitual en los palacios andalusíes y representan el Paraíso con sus cuatro ríos que llevan leche, vino, miel y agua.
En sus lados menores sobresalen dos pabellones cuadrados coronados por hermosas cúpulas de madera sostenidas por mocárabes. El emir se situaba bajo ellos según la hora del día. Detrás de estos pabellones, se encuentran dos salas alargadas, que servían de recepción, una llamada de los mocárabes y la otra situada justo en frente, la sala de los reyes. Esta sala de los reyes estaba en restauración cuando visitamos Granada en Enero.
Desde los lados mayores de este patio se accedía a las dos viviendas principales donde residía la familia del emir. A un lado se encuentra la llamada sala de los Abencerrajes y frente a ella se sitúa la sala de las Dos Hermanas. Cada una contaba con pequeñas salas laterales y una letrina.
diferente, presten atención a las vetas del mármol y el pelaje de los leones.
Ellos son guardianes y guerreros que muestran sus fauces, están en actitud
alerta, con las orejas levantadas y las colas plegadas. De esta manera protegen
al emir Muhammad V. En la caligrafía del filo de la taza quedó grabado un poema
de Ibn Zamrak donde alude a la construcción de dicha fuente y su sentido
simbólico.
La sala de los Abencerrajes es una de las viviendas de la familia emiral con fuente central y alcobas laterales. Al entrar la vista se concentra en su impresionante bóveda de mocárabe, con estrella central de ocho puntas y sostenida por ocho trompas de mocárabe también.
La sala de las Dos Hermanas, llamada así por las dos lozas de mármol que la pavimentan, también tiene una hermosa fuente central que se comunica con la de los leones. Su bóveda tiene una estrella central de ocho puntas que culmina en dieciséis capulines con sus respectivas ventanitas, que le da ingravidez a la bóveda.
En los muros de esta sala se encuentran los versos de Ibn Zambrak, que compuso y recitó con motivo de la circuncisión del hijo del emir Muhammad V.
Por último, desde la sala de las Dos Hermanas se accede al mirador de Daraxa o dar al-Aisha, la casa de Aisha, en su día debió tener unas magníficas vistas desde sus ventanales. Se trata de un espacio pequeño y acogedor, con bellos arcos de mocárabes, y los muros repletos de yesería con epigrafía y motivos vegetales.
organizado por la Universidad de Granada y el Patronato de la Alhambra y
Generalife
Alhambra y Generalife – conocer la Alhambra
Literatura hispanoárabe de María Jesús Rubiera Mata
Pidal tomo VIII – 4 reino nazarí
Qué maravilla!!!
Muy bonito todo. Se nota que está hecho con mucho cariño. Me han faltado los pies de foto. Gracias.
Precioso y muy bien descrito. Muchas Gracias! Un saludo. Marie.